Esta raza es de origen húngaro y estuvo al borde de la extinción durante el comunismo
El genetista Peter Toth en 1989 pudo hacerse con los últimos de su especie y logró su reproducción, a la fecha gozan de una creciente población. Se caracterizan por su abundante pelo que los hace lucir como ovejas y quienes cuidan de ellos dicen que si se les tratan bien son tan leales y juguetones como los perros, afirmando que tener un cerdo Mangalitsa es como tener un perro, una oveja y un cerdo en un mismo animal.